Todos los años Nueva Orleans explota en un carnaval único en el mundo, una fiesta a la que debes asistir al menos una vez en la vida. El ritmo afro y los vibrantes colores de las carrozas son sólo una parte mínima de este evento. En el mítico Mardi Gras, la locura se vuelve diversión y la música suena hasta el amanecer.
La ciudad de Nueva Orleans es única en el mundo. No hay otra ni un poco parecida. Las sucesivas colonizaciones y oleadas de inmigrantes añadieron ingredientes culturales únicos: colonizadores franceses y españoles, esclavos africanos y la cultura americana se juntaron, se mezclaron y dieron origen a una explosión de sabores extraños, músicas hipnóticas, un acento cantado y una de las fiestas más grandiosas de todos los tiempos: el Mardi Gras.
Aunque algunos rastrearon el inicio del Mardi Gras en las grandes orgías de la antigua Roma (para vísperas del comienzo de la primavera), lo cierto es que nadie lo sabe con certeza… ¿Y a quién le importa? El Mardi Gras nunca se festejó ni se festejará como lo hacen en Nueva Orleans.
Mardi Gras es el día anterior al Miércoles de Ceniza, día en el que se inicia la Cuaresma, el período de sacrificio que precede Pascuas. En Nueva Orleans, el término carnaval se aplica a la temporada de bailes y desfiles que se celebran a partir del 6 de enero (la Epifanía o día de los Reyes Magos) hasta el Mardi Gras.
Volvamos el tiempo atrás
Se dice que la tradición europea fue traída a estas costas por colonizadores franceses, recién a comienzos del siglo XVIII. Ellos hacían fiestas privadas y bailes de máscaras. Cuando los españoles se hicieron cargo del gobierno, estas fiestas fueron prohibidas. Recién en 1827, cuando América ya era libre, se restableció el derecho a festejar. Pero la fiesta creció tanto y era tan alocada que peligraba su continuidad.
Así, en 1857, un grupo de hombres formaron una sociedad secreta a la que llamaron «The Mystick Krewe of Comus». Sin saberlo, estaban dando origen a una leyenda y a una tradición que perduraría siglos. Los Krewes son grupos de personas que se reúnen (reunían) en el más absoluto secreto para planificar su presentación en el carnaval de Mardi Gras. El halo de misterio incluía también la identidad de los participantes, que se ocultaba tras las máscaras y disfraces y nunca era revelada. Una de las metas de las reuniones era la de elegir a la persona que representaría al Comus, una especie de Rey del Carnaval.
Siguiendo el tradicional desfile de antorchas iniciado en 1830 por la Asociación Cowbellion de Rakin, los Mystick Krewe paseron por la ciudad con sus lámparas, revoloteando las calles de Nueva Orleans. Las antorchas originales se llamaban flambeaux y no eran más que lámparas de papel alumbradas por velas, que se llevaban montadas en palos. Desde ese desfile inicial, son hombres afroamericanos quieres llevan los flambeaux.
El desfile principal
La Asociación Rex fue la tercera de las grandes organizaciones de este carnaval. Rex apareció por primera vez en 1872. En esa época, según ordenanzas oficiales de la realeza, se prohibía a los comercios abrir durante la tarde del día de Mardi Gras. Los Rex iniciaron entonces un desfile sin carrozas durante la tarde, presentando al Rey y la Reina del Carnaval. Vestido como Ricardo Tercero, el Rey Lewis J. Salomon avanzó entre la multitud montado a caballo.
Según el periódico Daily Picayune, detrás del desfile de Rex venían «trescientos o cuatrocientos acompañantes a pie, vestidos en trajes de reyes y peones, diablos y santos, indios y negros, mujeres de condición alta y baja, payasos y arlequines, aves, bestias y peces.» Los hombres de Rex dieron forma al evento más importante del carnaval.
Fueron los Rex también quieren dieron origen a los colores tradicionales del Mardi Gras. Se dice que en 1892, los organizadores de las carrozas de Rex habían escogido como temática el «significado de los colores». Así perduraron esos colores en el tiempo como un símbolo del Carnaval de Nueva Orleans. El púrpura significa «justicia», el verde es «fe», mientras que el dorado representa «poder».
Como parte de este evento, con el tiempo se unieron los Zulú, un carnaval exclusivamente de afroamericanos que se acoplaron al festejo realizando parodias, con mucho ritmo y colorido. Así, se ganaron un puesto fijo en el Mardi Gras, como uno de los desfiles más esperados.
Carrozas y disfraces
Durante 70 años se utilizaron pequeñas carrozas tiradas por mulas. Se adornaban con motivos llamativos e incluso se vestía a las mulas. A mediados del siglo XX, las mulas fueron reemplazadas por camionetas y tractores, abriendo la posibilidad de dar rienda suelta a la imaginación.
El material clásico de las carrozas es el papel maché, que en un momento era importado de Francia. Hoy en día, muchas carrozas se hacen con materiales modernos mucho más resistentes y maleables, como por ejemplo, la fibra de vidrio. Lo mismo sucede con la iluminación y el vestuario: los nuevos materiales ampliaron las posibilidades y ahora las luces se hacen con fibra óptica, los trajes son de telas más finas y elásticas, incluyendo algunas con brillos incorporados evitando la tediosa labor de coser las lentejuelas o canutillos.
Tradición y folclore en el Mardi Gras
Hay dos cosas que ya son símbolos de esta Carnaval: los collares y las roscas de Gambino. Los collares de cuentas se venden de a docenas en muchos comercios de la zona. Se regalan, se intercambian, se usan de a miles; las peñas los lanzan a la muchedumbre que intenta atesorar la mayor cantidad de collares posibles. Aunque anteriormente los collares eran de cristal fabricados en Checoslovaquia, hace ya varias décadas se reemplazaron por collares de plástico o metal liviano hechos principalmente en China.
Las roscas tradicionales de estas fechas –en inglés, king cakes– son exquisitas y muy similares a las roscas de pascua, pero en Nueva Orleans no todas las roscas son iguales, se dice que las de Gambino, una pastelería tradicional, son las mejores.
El Mardi Gras es una fiesta alocada, donde todos dejan sacar el espíritu festivo y salvaje de sí mismos. No vale reprimirse: todo es diversión y felicidad. Mucha música y baile, mucho alcohol. Definitivamente no es un evento para acudir con niños. Si vas con amigos o pareja será un evento inolvidable. El Mardi Gras figura en las guías turísticas como uno de esos eventos al que no puedes dejar de ir. Aún después de la gran inundación que sufrió la ciudad en agosto de 2005, amenazando con destruir Nueva Orleans y su carnaval, el espíritu por continuar con este festejo sigue intacto y aún más fuerte. ¡Mardi Gras no morirá jamás!
La guía:
* Fechas: La fecha depende de la fecha en la que cae la Semana Santa. Siempre ocurre el día antes del Miércoles de Ceniza.
* Reservas: Mardi Gras es una locura, la ciudad sobrepasa su capacidad y no es fácil conseguir transporte o alojamiento. Si viajas a Mardi Gras ten en cuenta realizar tus reservas con un mes mínimo de anticipación. Lo ideal es reservar en noviembre.
* Sitio oficial: Para más datos sobre el Mardi Gras en Nueva Orleans, visita su sitio oficial: http://www.mardigrasneworleans.com
Fuente: viajeros.com
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